Este es uno de los momentos de la vida en que tu hijo te necesitará más.

Todos los recién nacidos esperan estar piel con piel.

Es necesario que todos nos esforcemos en ofrecerles lo mejor.

«En términos evolutivos, el Homo sapiens nace siendo extremadamente inmaduro, con un cerebro que es solo el 25% del tamaño adulto, comparado con el 45% de los chimpancés y un porcentaje mucho mayor en otros mamíferos. (…) El cerebro por tanto crece después del nacimiento. El Homo sapiens desarrolló mecanismos para soportar esa falta de madurez. Nacer prematuro entonces no es una tara tan grande para el Homo sapiens como para otras especies, siempre y cuando se provea el hábitat adecuado». Texto completo en la web del Dr. Nils Bergman, Director de la Maternidad de Mowbray, Sudáfrica.

El recién nacido ha vivido durante muchas semanas en un entorno que después del parto no puede ser mantenido.

El contacto con el aire, normalmente frío del paritorio, las voces potentes de sus padres y los profesionales que asisten el parto, y su esfuerzo por comenzar la respiración pulmonar ya son suficientes retos para él. Acaba de atravesar el canal de parto y no espera un cambio tan brusco, del contacto constante con su madre al vacío.

El bebé humano nace preparado para un entorno muy reducido: el pecho de su madre

El bebé humano es evolutivamente inmaduro, necesita de muchos meses para mostrar cierta autonomía. Sin embargo se encuentra perfectamente preparado para subsistir en el hábitat que se crea en el pecho de su madre, arrimado a su calor, su olor y su alimento.

Durante mucho tiempo se buscaron soluciones tecnológicas para ayudar al recién nacido en esos momentos críticos. Hoy la investigación científica dice que el mejor lugar para el bebé es sobre el pecho de la madre que le proporciona alimento, calor y confort. Si al respeto por esa realidad sumamos el ojo experto de una matrona o un neonatólogo, el bebé tiene todo a su favor para construir la base de una buena salud.

El hábitat del recién nacido se encuentra sobre el pecho de su madre

 

La investigación científica dice

que el mejor lugar para el bebé es

sobre el pecho de la madre,

que le proporciona alimento, calor y confort.