El bebé reposa sobre su madre mientras el cordón late enviándole sangre oxigenada y rica en hierro.
Las sangre que llega al bebé desde la placenta antes del corte de cordón es la más eficaz prevención contra la anemia del lactante.

El pinzamiento tardío de cordón es un seguro de vida

El corte tardío del cordón asegura un aporte de oxígeno especialmente valioso en caso de que los pulmones tarden un tiempo en funcionar al 100%. La falta de oxígeno, hipoxia, de unos pocos minutos puede ocasionar daños cerebrales. Algunos autores comparan el uso de la pinza sobre el cordón con el efecto de unas manos apretando la garganta del recién nacido.

El corte temprano no aporta ventajas y además daña.

Antes de cortar el cordón

hay que asegurarse de que el bebé ha empezado

a hacer uso de sus pulmones para respirar

No hay prisa por cortar el cordón.
No hay riesgos. Sólo beneficios.
El corte tardío es un seguro de vida para nuestros bebés.
Esperar hasta que el cordón deje de latir antes de cortarlo aporta otro beneficio para la salud del bebé, y este beneficio se prolonga en el tiempo. Las reservas de hierro que la placenta transfiere al bebé en los minutos inmediatamente posteriores al parto pueden ser suficientes para el primer año de vida del niño. La anemia del lactante, un problema bastante habitual entre los bebés, se reduce si se espera a que el cordón deje de latir. De cualquier manera no existe urgencia en cortar el cordón, no hay peligro en esperar y asegurarnos que el bebé ha recibido toda la sangre oxigenada y rica en hierro y nutrientes de la placenta.

Pide que esperen para cortar, pide que no os separen.